El pensamiento crítico Dr. Efraín Regalado Sánchez.
El pensamiento crítico constituye un tipo de pensamiento complejo que permite al individuo reflexionar sobre asuntos no resueltos o sobre otros ya establecidos, con el objeto de generar nuevas respuestas. Este tipo de pensamiento requiere procesos de análisis, inferencia (conclusión lógica que se obtiene a partir de un conjunto de premisas), evaluación y deducción cuya finalidad consiste en reconocer aquello que es justo y verdadero. Se trata, al fin y al cabo, del pensamiento de un ser humano racional. El pensamiento crítico es una habilidad que todo ser humano debe desarrollar, ya que nos dota de cualidades muy específicas que nos ayudan a resolver problemas de una mejor manera. La meta final de todo pensamiento crítico es que este pueda ser lo suficientemente sólido para sostenerse por sí mismo. Tiene numerosos beneficios: resolver problemas de manera más eficaz, tomar decisiones basadas en hechos y evidencias, evitar sesgos y prejuicios, podemos expresar nuestras ideas de manera clara y persuasiva, lo que facilita la comunicación con los demás. Arne Tisilius, bioquímico sueco galardonado con el Premio Nobel de Bioquímica 1948, dijo: «Vivimos en un mundo donde desafortunadamente la distinción entre verdadero y falso parece ser cada vez más borrosa por la manipulación de los hechos, por la explotación de mentes acríticas y por la contaminación del lenguaje». María José Roldán, psicopedagoga, comenta que el pensamiento crítico es la habilidad esencial para la vida, por eso es tan importante que los niños crezcan aprendiendo a pensar de esta forma. Los padres son los máximos responsables para que los niños sean capaces de tener pensamiento crítico; su curiosidad natural ayuda a sentar las bases de este tipo de pensamiento. A medida que los niños escojan la nueva información, se llenará su mente de información valiosa para el futuro. Valorarán las nuevas informaciones para saber si la que tienen delante es cierta, si no lo es, sí deben fiarse o no. Cuando un niño o adolescente no ha sido educado en el pensamiento crítico es cuando pueden tener peligro de ser arrastrados por manipuladores emocionales (caer en sectas, en juegos peligrosos, en el abuso de sustancias o comportamientos delictivos solo por la necesidad de aprobación de sus iguales, etc.). Además, cuando a un niño no se le educa con pensamiento crítico, su autoestima e incluso su identidad puede verse perjudicada y afectada. Charles Clarke: El atributo más importante que la educación puede aportar a cualquiera es la capacidad de pensar críticamente. En una época en que la información y el conocimiento están disponibles universalmente, es el poder comprender, evaluar y analizar lo que marca la diferencia: esas son las habilidades de pensamiento crítico». Dr. Efraín Regalado Sánchez.