La demencia se come el pensamiento del enfermo y a su vez destruye los sentimientos de los que lo quieren y lo cuidan, Dr. Efraín Regalado Sánchez.

La Demencia es un término que engloba varias enfermedades que afectan la memoria, el pensamiento y la capacidad para realizar actividades cotidianas. Afecta principalmente  a las personas de más de 65 años, pero no todas las personas la contraen conforme envejecen. La OMS actualmente señala que más de 55 millones de personas tienen demencia en todo el mundo; más del 60% viven en países con ingresos mediano y bajo. Cada año, hay casi 10 millones de casos nuevos. La demencia es el resultado de diversas enfermedades y lesiones que afectan el cerebro. La Enfermedad de Alzheimer representa entre el 60 y 70% de los casos (las proteínas del cerebro no funcionan de la forma habitual) y, junto con la Demencia vascular (resultado de diversas afecciones que dañan los vasos sanguíneos del cerebro e interrumpen el flujo de sangre y oxígeno), son responsables de hasta el 90% de las demencias. La demencia afecta de manera desproporcionada a las mujeres, tanto directa como indirectamente; en la actualidad es la séptima causa de defunción y una de las causas principales de discapacidad y dependencia entre las personas de edad en el mundo entero. Los factores que aumentan el riesgo de sufrir demencia, destacan: ser mayor de 65 años, hipertensión arterial, diabetes, sobrepeso u obesidad, tabaquismo, alcoholismo, inactividad física, aislamiento social, depresión. El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), comenta que México se está convirtiendo en un país con más personas mayores que infantes menores de 5 años. Se prevé que para 2050, la proporción de menores de 15 años disminuirá de 30 a 17.4%. En México se estima un millón 300,000 padecen Enfermedad de Alzheimer. Diversos factores pueden reducir el riesgo de padecer demencia: hacer ejercicio con regularidad, no fumar, evitar el uso nocivo de alcohol, mantener un peso adecuado, seguir una alimentación saludable, mantener la presión arterial y concentraciones de colesterol y glucosa en niveles adecuados; algunos factores de riesgo modificables son la depresión, el bajo nivel educativo, el aislamiento social y la inactividad cognitiva. El envejecimiento trae consigo cambios cerebrales que suponen un impacto sobre las capacidades cognitivas. El envejecimiento cognitivo no es un proceso patológico y conlleva una leve afectación de ciertas capacidades. La demencia no forma parte del envejecimiento normal. Acarin Tusell: «La demencia se come el pensamiento del enfermo y a su vez destruye los sentimientos de los que lo quieren y lo cuidan».  Dr. Efraín Regalado Sánchez.

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