Soy un átomo, Dr Guillermo Gutierrez Calleros

 Soy un átomo. 

Mira a las estrellas y no a tus pies. 

Intenta entender qué es lo que ves … 

Ten curiosidad. 

Stephen Hawking (1942 – 2018) 

No te sientas solo, el universo entero está dentro de tí. 

Tú eres el universo en movimiento, en éxtasis. 

Yalāl ad-Dīn Muhammad Rumi (1207-1273) 

Aprender sin reflexionar es malgastar la energía. 

Confucio (551 A.E.C. – 479 aC) 

Tenemos mucha información de los más famosos filósofos griegos: Sócrates, su alumno Platón y el alumno de éste, Aristóteles. 

Pero los datos de los filósofos que los precedieron son nebulosos; de muchos de ellos solo quedan algunas ideas o conceptos aislados que sus alumnos transmitieron. Forman el grupo “Pre-Socrático”. 

Demócrito de Abdera (siglo V aC) fue uno de ellos. Se le considera más un científico que un filósofo. 

Demócrito es reconocido como el padre de la llamada Teoría atómica del universo; expandiendo los conceptos iniciales de su maestro Leucipo, su idea expresaba que todo está formado por dos entidades, o causas: partículas indivisibles, infinitas en número, que él llamó átomos, y el vacío, el espacio en que estos se mueven. 

Su teoría enseñaba que los átomos son lo más pequeño que existe; son indivisibles, invisibles y en movimiento eterno; los átomos tenían diferentes formas y tamaños, orden y posiciones; pero su constitución era la misma y exponía que toda la materia es una mezcla de átomos, sus características siendo diferentes según los grupos de átomos que la forman, de la misma manera que todas las letras pueden organizarse para formar poemas, operas o documentos científicos; son indestructibles, y cuando la forma o materia en la que estaban es destruida, los átomos pasan a formar parte de otra materia, en otra forma. 

Ahora conocemos más acerca de los átomos: son divisibles ya que están formados por partículas subatómicas, aún más pequeñas; pueden alterarse en bombardeos entre ellos dentro de los aceleradores de partículas; se pueden identificar con potentes microscopios y algunos pueden ser manipulados; se unen entre ellos mismos creando elementos que a su vez se conectan y forman moléculas; está demostrado que tienen diferentes estructuras, formas, tamaños y posiciones en la configuración de moléculas y de la materia. 

Y sabemos que los átomos, incluyendo los que nos forman, no se destruyen. Tanto en vida como cuando fallecemos, los átomos que formaban nuestro cuerpo son reciclados. Nuestra fuerza vital, nuestra energía se esfuma, la materia permanece. 2 

Los átomos son partículas estables, estimándose que existen por 1025 años (1 seguido de 25 ceros) y, dado que la edad estimada del universo es tan solo 13,8 billones años (13,800,000,000), se podría pensar que los átomos son inmortales y sí, están en eterno movimiento. 

El agua es un elemento esencial para la vida, tal como la conocemos. 

Tal como el agua en la Tierra, los átomos formando todo lo que observamos: rocas, árboles, animales, todas las estructuras de nuestro cuerpo, se originaron hace billones de años en mundos distantes y después de viajar durante eternidades, llegaron aquí en cuerpos celestiales que se estrellaron en tremendas colisiones con la joven tierra en formación. 

Efectivamente, los átomos son perpetuos y el número de ellos en el universo se acerca a ser infinito. 

Para apreciar mejor éste concepto, pensemos en una gota de agua. 

Sabemos que las gotas pueden ser de diferentes tamaños, pero analizando una gota de agua con bases científicas se puede establecer que el volumen de una gota de agua es 0.05 mL., o sea 20 gotas en cada mL. de agua; la densidad del agua es 1.0 g/mL. 

La constante de Avogrado (densidad = masa/volumen) es la fórmula científica para evaluar el número de unidades en un mol de cualquier substancia. 

Así que, científicamente, en relación al agua: 

* Masa = 1.0 g/ml×0.05 mL.=0.05 g. 

* 0.05 g de agua contienen = {6.023×102318×0.05} = 1.67×1021 moléculas de H2O. 

* Una molécula de agua está formada por tres átomos: dos hidrógenos y un oxígeno. 

** Por lo que se deriva que en una sola gota de agua existen 5,1 sextillones de átomos 

( 5,100,000,000,000,000,000 ) 

Existen tantos átomos en una sola molécula de tu ADN 

como existen estrellas en una galaxia promedio. 

Somos, cada uno de nosotros, un pequeño universo. 

Neil de Grasse Tyson (1958 -) 

Realmente son pequeños los átomos. Demócrito los consideraba una de las dos realidades de todo lo que existe. La otra realidad es el “vacío” o el espacio en el cual los átomos se desplazan. 

Se estima que la edad del espacio, el universo conocido, es de 13,800 millones de años y desde el inicio se ha expandido en un proceso llamado inflación. 

Se estima que como consecuencia de esa ampliación (crecimiento) el universo observable tiene ya una expansión de 92,000 millones de años-luz. 3 

Recordemos que la luz viaja a 300,000 km cada segundo, o sea que un año-luz es una distancia de 

9,460,000,000,000 kilómetros. 

Así que la expansión estimada del universo, 92,000 millones de años-luz, se traduce en una dimensión increíble ya que se debe multiplicar por 9,46 trillones de kilómetros por cada año. 

La extensión del universo se supone es { 92,000,000,000 x 9,460,000,000,000 } kilómetros. 

La contraparte dimensional es el hidrógeno, el átomo primordial y más abundante en el universo. Su tamaño es estimado con el radio de Bohr (0.59 x 10-11), un tamaño de 0.0000000000529 metros. 

Imponente tamaño microscópico de los átomos y alucinante visión del universo. 

Se estima que el universo está formado por más de 2 millones de millones de galaxias y cada galaxia contiene desde algunos billones hasta trillones de estrellas y esas estrellas tienen planetas y lunas girando en sus órbitas y diversos asteroides y cometas. La materia presente en esos cuerpos celestiales desplazándose en el vacío espacial está formada por elementos químicos conocidos y otros inimaginables, en forma de polvo, rocas, agua, hielo. 

Ya mencionamos que en una sola gota de agua existen 5,100,000,000,000,000,000 átomos. 

Teniendo en mente estos datos científicos, es increíblemente difícil comprender la cantidad de átomos que existen en todo el universo conocido. Un número infinito, tal como pensaba Demócrito. 

El organismo humano está compuesto de átomos combinándose en moléculas, que se aglomeran y están envueltas en una mágica membrana, formándose el corpúsculo biológico primario: la célula. Familias de células forman tejidos y entre ellos construyen órganos que se conectan y trabajan al unísono en sistemas y al asociarse todos ellos forman una criatura en la cual, en la etapa adulta, el 60% de su peso son moléculas de agua. 

La célula individual, sea vegetal o animal, al igual que los millones de criaturas en planeta Tierra obedecen la ley suprema de Madre Natura: reproducirse, multiplicarse. 

La adaptación al medio ambiente, sobrevida y reproducción de las criaturas terrestres es posible gracias a la interacción de todos los órganos y sistemas presentes en animales y vegetales: aparatos sensorial, digestivo, endocrino, respiratorio, vascular, inmunológico, reproductivo en sus diferentes modalidades, manteniendo un metabolismo básico vital según sus propias necesidades. 

La habilidad de detectar señales del entorno es un requisito fundamental para dichas funciones y la sobrevida. Esas señales llegan al individuo en diversas formas de energía: cinética, térmica, química, acústica, vibratoria, luminosa, para lo cual, a través de varios millones de años, han evolucionado diferentes sensores en todas las criaturas. 

En el humano organizamos dichos receptores en las funciones de los órganos de los sentidos: ver, oír, oler, gustar, tocar. Pero cada uno de esos sensores tiene otras habilidades; tal como en la piel en que 4 

detectamos el contacto, textura, presión, temperatura, dolor, movimiento; otros grupos de sensores se combinan para detectar tiempo y lugar: propiocepción, equilibrio para mantener posición y balance; otros registran mediciones constantes de los niveles de oxígeno, acidez, hormonas, minerales, tanto en la sangre como en los fluidos orgánicos; la frecuencia cardíaca, presión arterial, respiración; verificamos constantemente concentraciones de glucosa y otras sustancias químicas esenciales para mantener nuestro metabolismo; detectamos la presencia de diferentes niveles de luz, organizando así nuestros ciclos circadianos, obedeciendo el ritmo milenario marcado por la intensidad de la energía solar. 

El todo vigilado, modulado y controlado por el jerarca del sistema nervioso central, el cerebro, que con un peso de 1,5 kilos en el adulto, está compuesto por 60% de elementos grasos, el resto mayormente agua, con proteínas y carbohidratos. 

Se estima que el cerebro humano al nacimiento contiene 100,000 millones de neuronas y al paso de los años, con el aprendizaje biológico e intelectual – que a nivel neuronal significa el establecer miles de millones de conexiones sinápticas entre ellas, se observa una reducción en su número, calculándose 80,000 millones de neuronas en el cerebro de un adulto normal. 

Toda célula es una perfecta mezcla de átomos formando moléculas y diversos compuestos, y se comunican entre ellas a nivel interno, local y corpóreo, a través de energía eléctrica/química. 

La imaginación es más importante que el conocimiento. 

Albert Einstein (1879-1955) 

Es maravilloso el pensar que los átomos en las moléculas de rodopsina, el fotorreceptor en la retina, son capaces de detectar fotones reflejados en objetos – todos ellos formados por átomos- iluminados por luz natural o artificial. Esas imágenes son presentadas a otros grupos de átomos y moléculas en nuestro cerebro. Así podemos identificar pequeños organismos de muy corta vida o las enormes criaturas centenarias: ballena, tortuga, árbol; logramos gozar vistas del imponente firmamento y percibir la majestad de la flor, la excelsitud de las montañas; maravillarnos ante la incansable abeja, la belleza del mar y el atardecer; reconocer la fortaleza del recién nacido; descubrir la lagrima y la sonrisa. 

Átomos en la mucosa olfatoria detectan átomos en las moléculas odoríferas que por miles de millones circulan continuamente a nuestro alrededor; atrayéndonos o alejándonos de la fuente del olor. 

Son los átomos en la estructura molecular de los sensores en la mucosa bucal los que perciben la presencia de diversos otros átomos apiñados en moléculas en nuestros alimentos, recogiendo la información de los cinco sabores. 

Átomos agrupados en moléculas de células en la piel nos indican las características de objetos: su forma, temperatura, superficie, dureza; nos transmiten el disturbio de una comezón, el suplicio de un golpe y la delicia de una caricia. 5 

Una reflexión pasmosa, maravillosa, es el pensar que átomos en las moléculas constitutivas de las neuronas y en el sistema central todo, y en sus neurotransmisores químicos, tienen la capacidad de reconocer, identificar, analizar, deducir, concluir la existencia de …. átomos. 

Somos átomos reconociendo átomos. 

Somos átomos con la habilidad de reconocer profundas ideas tal como el misterio de lo infinito y de lo minúsculo; deducir la esencia de la luz; somos capaces de reflexionar en conceptos esotéricos e insondables como el hecho de estar conscientes; de reconocer el aquí y el ahora; discernir sobre los misterios de la mente y la muerte biológica; la inmortalidad de la energía. ¡La capacidad para imaginar! 

Cada uno de nosotros somos átomos en un rinconcito del universo, minúsculos pero no insignificantes. 

Somos capaces de establecer y de comprender, con los procesos cerebrales-mentales, el concepto de los átomos como la estructura básica de moléculas, de todos los organismos, de la Tierra misma, de los sistemas solares, del universo y quizás, de un multiverso. 

El Sol, nuestro dios biológico, libera y dispersa energía electromagnética hacia su entorno – el sistema solar y una pequeñísima fracción de ella llega a nuestro planeta. Esa energía la llamamos luz, mantiene a la Tierra en rangos de temperatura apropiada y consiste de infinidad de fotones, partículas energéticas que son captadas por receptores en plantas y por organismos en el océano, los cuales utilizan esa energía para el proceso de la fotosíntesis, produciendo carbohidratos – la base de la cadena alimentaria y liberando oxígeno, el gas esencial para que los seres vivientes puedan extirpar esa misma energía primaria en los alimentos consumidos, vegetales y animales, producida en el proceso inicial. 

Somos polvo de estrellas cosechando la luz del sol. 

Carl Sagan (1934-1996) 

Yo, siendo tan solo un pequeñísimo conglomerado de átomos, soy capaz de detectar analizar, deducir, aprender y reflexionar acerca del significado de mí mismo y de mi entorno. 

Somos estructuras de átomos con sentimientos y emociones, con la habilidad de ayudar y proteger o de despreciar y lastimar a otros individuos, también conformados por átomos similares. 

Los átomos integrantes de las moléculas en mi cerebro forman las neuronas y sus mensajeros químico- eléctricos y me transmiten la energía, inicialmente proveniente de los fotones, que me permite reflexionar, analizar que lo importante para mí no solo es poder sobrevivir, sino pensar en el significado de mi vida; me ayuda a interrogarme acerca de mi origen y de mi destino, a comprender el Alfa y Omega de Teilhard de Chardin; a recordar y sonreír con las líneas de St. Exupéry; a llorar ante la barbarie y estupidez de las guerras; a estar de acuerdo con Rumi, con Gibran, con Tagore, con Lao-Tzu. 

Átomo, estructura microscópica que se encuentra presente, material y espiritualmente, en todos los procesos físicos, químicos y biológicos; sustentando la energía para nuestra sobrevida y para expresar 6 

nuestros sentimientos y emociones; para adquirir conocimientos y más importante aún, para compartir nuestra reflexión filosófica de esas nociones. 

Hemos sido capaces de reconocer que existen muchas y diversas criaturas, muchos átomos y muchos tipos de átomos, y hemos aprendido que todo tiene su lugar e igual importancia y valor en los diseños de Madre Natura. 

Toma una gota de sangre de tu corazón, toma una gota de sangre del mundo, mézclala en la palma de tu mano, ahora dime, ¿Cuál es cuál? ¿Puedes? ¿Por qué no? Porque siempre has prestado atención a la vasija, pero no a la vida dentro, y ahora que no hay vasija, solo queda la vida, 

no puedes distinguir una vida de otra, todo es uno”. 

Abhijit Naskar (Calcuta, India) 

Sé como el sol que no discrimina sino que brilla sobre todos independientemente de su valor. 

Benjamin Batarseh 

¿Por qué te intimida el color de mi piel? 

Charlena E. Jackson 

A veces pensamos que la pobreza es solo estar hambriento, desnudo y sin hogar. La pobreza de no ser deseado, no amado y desatendido es la pobreza más grande. Debemos comenzar en nuestros propios hogares para remediar este tipo de pobreza. 

Madre Teresa (1910-1997) 

Igualdad en la diversidad. 

Los átomos fueron y son continuamente formados en los hornos nucleares de estrellas, desde el inicio del universo y combinaciones de gravedad, temperatura, presión, radioactividad llevan a explosiones inconcebibles con la expulsión de su masa, diseminando los átomos por todo el cosmos. 

Jennifer Johnson, Profesora de la Universidad Estatal de Ohio, es una de las expertas mundiales en la ciencia nombrada nucleocosmocronología que estudia la evolución del universo, galaxias, estrellas, átomos y elementos. Sus publicaciones detallan el supuesto origen de los átomos y elementos conocidos: en el inicio del ‘Big Bang’, explosiones de estrellas masivas, fisión de rayos cósmicos. 

Las moléculas esenciales en la estructura, función y evolución de tu cuerpo, son formadas por átomos que provienen de las diversas estrellas y todos los átomos en tu organismo tuvieron diferentes puntos de origen en el cosmos. 

Nuestro cuerpo, el ropaje orgánico que habitamos, está en cambio y evolución incesante, un reciclaje biológico del organismo humano, estimado en 37 millones de millones de células en un adulto. 7 

Se estima que una persona normal desecha 330,000 millones de células cada día, remplazándolas por nuevas células con las mismas características y funciones. En 100 días la casi totalidad de nuestro cuerpo es completamente nuevo. Cada segundo de nuestra vida 2,5 millones de glóbulos rojos son sustituidos. (Sender, Milo et al. PLOS BIOLOGY, VOL. 14; AUG 2016; NATURE MEDICINE, VOL. 27; JANUARY 2021). 

En octubre 11, 1954, Paul Aebersold físico nuclear estadounidense presentó datos acerca del reciclaje del cuerpo humano a nivel de los átomos. Las moléculas de agua y los átomos de carbono son los que se reciclan en más corto tiempo y el hierro el más lento. 

Sus datos indican que el 98% de todos nuestros átomos son reciclados cada año. No se destruyen, es una metamorfosis a nivel atómico; nuestros átomos aparecerán más tarde en otras estructuras y cuerpos; de la misma manera que nosotros incorporamos átomos que estuvieron en otras criaturas. 

Todas las criaturas compartimos el mismo origen; en el nivel más íntimo somos iguales: átomos, moléculas, células; todos intercambiamos el polvo de estrellas que nos forma. 

Nada ni nadie regresa a la nada, 

todas las cosas se disuelven en sus elementos. 

Lucretius (99 AEC- ca. 55 EC) De Rerum Nature 

Al igual que todos los átomos, todas las moléculas de agua son recicladas. 

Hagamos un ejercicio mental basado en una reflexión del físico neozelandés Ernest Rutherford (1871 –1937) quien postuló la estructura nuclear del átomo y estableció varias leyes de radioactividad. 

1) Pongamos en un enorme recipiente toda el agua del planeta, recogiéndola de los océanos, lagos ríos, arroyos, nieve y hielo de las montañas, Ártico y Antártida, grutas y lagos subterráneos, las nubes y extrayéndola de todas las criaturas: plantas, animales, humanos. 

2) Ya que toda el agua esté junta y mezclada, tomemos solamente UNA taza de ese recipiente. 

3) A esa taza, independiente del resto, le añadimos un marcador radiactivo, para marcar todas las moléculas en esa taza. 

4) Vaciamos esa taza ya con moléculas radioactivas al recipiente global y la mezclamos bien con toda el agua. 

5) Una vez mezclada, regresamos toda el agua a los lugares originales de donde la habíamos tomado: mares, nubes, animales, humanos. 

6) Una vez regresada a su origen, tomamos UNA taza de agua de cada área o individuo, digamos una persona, y la analizamos, identificando las moléculas radiactivas. 

7) En UNA sola taza vamos a encontrar por lo menos 100 moléculas de H2O radioactivas. 

8 

Deducción: 

1.- Ya que el volumen estimado de agua de una persona adulta es el equivalente a 250 tazas de agua, 

se detectarían en una persona hasta 25,000 moléculas de agua que estuvieron presentes en otros 

seres o lugares. 

2. En esa misma persona en otro tiempo, se encontrarán moléculas de agua provenientes de otro 

grupo diferente de seres o lugares. 

3.- Es imposible calcular cuantos trillones de trillones de moléculas de agua, presentes tan solo en este momento en nuestro cuerpo, han formado parte de todos los otros seres que han existido desde el inicio de la vida en nuestro planeta. 

4.- El agua de nuestro cuerpo contiene agua reciclada de plantas, microorganismos, cenotes, mares, dinosaurios, de todos los humanos, pasados y presentes, antepasados y descendientes, héroes y villanos, santos y malvados. 

Aprende a ver. Date cuenta que todo se conecta con todo lo demás. 

Leonardo da Vinci (1452 – 1519). 

El estadounidense Richard Feynman fue un físico teórico, experto en mecánica cuántica y en la física de partículas subatómicas. En noviembre 4, 1955 presentó su disertación titulada “El valor de la Ciencia”, en la cual incluyó un excelso poema de su autoría, con esta noción, la última línea que conlleva una tremenda importancia física, química, biológica, filosófica, espiritual: 

Yo … un universo de átomos, … un átomo en el universo. 

Richard P. Feynman (1918-1988) 

Yo puedo confirmar que yo soy un átomo en el universo 

y que soy infinitésimamente pequeño. 

¡Pero … soy! 

Guillermo A. Gutiérrez Calleros 

Hijo de Rafael y Julia 

Phoenix, AZ 

19 enero 2023