“PORRO, CORRIENTE Y SENADOR”. DR. CARLOS BRAVO M
- CARLOS BRAVO M.4-9-2025
“PORRO, CORRIENTE Y SENADOR”
A lo largo de los últimos años y en especial desde el periodo de gobierno de Enrique Peña Nieto, Gerardo Fernández Noroña ha sabido colarse en los altos niveles de la política, abusando de su verborrea e intolerancia, mismas que día a día recen como estigma del código postal de donde proviene.
Sus inicios se remontan a las épocas de los gobiernos de Ernesto Zedillo y Vicente Fox, donde se caracterizo por sus actividades de porro y buscapleitos, al lado de Claudia Sheinbaum y ambos serviles de Andrés Manuel López Obrador, que en aquel entonces era sirviente del PRI sin que lo tomaran en cuenta para cargos importantes en el partido, lo que lo llevó a cambiar de camiseta por la del PRD para lograr así posicionarse como jefe de gobierno de la Ciudad de México, donde empieza además su historia gansteril y corrupta, teniendo como muestra los segundos pisos de las vías rápidas de la ciudad, cuyos proyectos y costos dejó bien resguardados para evitar ser revisados por muchos años, tal como hizo con los gastos de los proyectos faraónicos inservibles cuyos costos y tranzas dejó protegidos para no poderse ver ni auditar y no saber cuanto se robaron en cada obra.
Pero volviendo al ex presidente del senado de vergonzosa presencia, sus cargos en el gobernó le han dijado fructíferos dividendos, como para comprarse autos de super lujo y una casa en Tepoztlan de más de doce millones de pesos sin contar el mobiliario y que según los comuneros de la región, está construida en una zona de reserva protegida donde además de no poderse escriturar como propiedad privada , ocupa terrenos de la reserva territorial.
Un tipo falaz, corriente, pendenciero, inculto y arrabalero, que durante sus cargos en las cámaras y fuera de ellas, le ha echado bronca a Luis Miranda, Javier Lozano, Porfírio Muñoz Ledo y Jorge Triana , quienes por respeto y guardando la compostura de un legislador, nunca lo tomaron en cuenta ni respondieron a sus bravatas , hasta que hace unos días, en el senado y faltando a su palabra de dar espacio a legisladores del PRI, en particular a una dama, Alejandro Moreno le reclama su conducta irreverente y falta de honorabilidad, a lo que el gamberro sin más, lo empuja y agrede, con tan mala suerte que Moreno le suelta un derechazo que si lo cimbra, le baja los humos y como era de esperarse de esos bravucones, sale corriendo escudado en sus compañeros de bancada y un fotgógrafo de su comitiva, intenta detener a Alito, recibiendo también un empujón que sin más daño,lo hace a un lado, aunque al otro día sale a escena con unos vendajes mal puestos en el IMSS Bienestar y al tercer día reaparece activo como si nada.
Verdaderamente es una vergüenza que un tipo tan vulgar, pretenda representar a los mexicanos, dando una pésima imagen en el país y el extranjero. Pero bueno, lo corriente ya lo llevan en la sangre y en el color de partido.