PARA BIEN DE TODOS María del Carmen Maqueo Garza
PARA BIEN DE TODOS
María del Carmen Maqueo Garza
Asistí a una sesión virtual con Verónica Llaca, escritora mexicana radicada en España. Su charla versó acerca del eneagrama en la construcción de personajes. Debo confesar que había escuchado el término, nada más. No conocía más allá. A través de la presentación que nos compartió comenzaron a clarificarse muchas cosas para mí, en particular lo que tiene que ver con la construcción de personajes verosímiles al momento de escribir una historia. Descubro en redes sociales que hay mucho material para estudiar los que resultan ser 27 eneatipos de la personalidad, considerando que, cada uno de los 9 esenciales se despliega en triadas. Me está ayudando a resolver la creación de un personaje que ahora trabajo, y me llevó mucho más allá, para tratar de entender la forma de actuar de figuras públicas, en particular aquellas que se comportan de forma insaciable en la consecución de sus propios objetivos, por más descabellados que parezcan.
Simultáneamente revisaba un artículo de Nick Schager, acerca de la serie a punto de ser lanzada por Paramount, que traducida sería “Secretos de las esposas de la oligarquía”. Dentro de los personajes que aborda, desmenuza los detalles biográficos de la vida de Vladimir Putin, que lo han llevado a ser lo que es: un autócrata que decide por toda una nación, aun cuando muchos de los propios ciudadanos se opongan a sus decisiones.
Volvamos a los eneatipos, cuyo origen parece ser sufí, que más delante se traslada a la exUnión Soviética con Gurdjieff, y de ahí a España con Ichazo y al Cono Sur con Claudio Naranjo; estos dos últimos alumnos del propio Gurdjieff. Son 9 eneatipos base, cada uno con su luminosidad y su sombra, y los eneatipos vecinos en el esquema original, que fungen como “alas” para cada uno. Esto es, las características que comparte un eneatipo con sus vecinos inmediatos a derecha e izquierda. Sería absurdo pretender comparar mi vista a ojo de pájaro con el conocimiento que tienen maestros que llevan años estudiándolos. Eso sí, se adivina, la narrativa tiene una lógica interna asombrosa. Podemos revisar nuestros personajes a partir de la personalidad que han desarrollado desde la cuna hasta el momento actual, de modo de entender por qué actuarían de un modo tal y no de otro, lo que provee verosimilitud a lo que leemos o escribimos.
Muy acorde con los principios de culturas orientales, los maestros que he estado revisando en YouTube llaman a no utilizar los eneatipos para etiquetar a los individuos. Antes bien, hacer uso de ellos para entender a los demás y generar un ambiente de cordialidad entre individuos con personalidades distintas, y entender por qué, de acuerdo con nuestro propio eneatipo, es más fácil llevarnos bien con determinadas personas y hallar azaroso convivir con otras distintas.
La psicología tradicional nos enseña que el modo como hoy actuamos proviene de un deseo subconsciente por satisfacer necesidades de supervivencia muy primitivas. Ello es válido en nuestras relaciones afectivas, y a la vez funciona cuando tratamos de entender por qué una figura pública actúa de determinada manera, al punto irracional, afectando los intereses de toda la ciudadanía. Podremos predecir qué esperar de ellos a futuro y cómo contribuir a encauzar sus afanes por el camino más saludable. Siento que en México tenemos mucho terreno para aplicar esta herramienta de conocimiento y cambio. Claro, primero hay que trabajar cada uno sobre sí mismo, para entender cómo reacciona el otro; por qué actúa como lo hace, y cuál sería el mejor camino para desenvolverse en un escenario determinado.
Cada eneatipo tiene un origen muy temprano en el desarrollo del ser humano. No es algo que se pueda elegir, sino una respuesta de adaptación al medio ambiente inmediato. Esta adaptación parte de tres elementos fundamentales: El instinto, la emoción y el pensamiento. Cada eneatipo, a lo largo de la vida busca equilibrio. De no lograrlo, se encauza hacia una neurosis, lo que explica el origen de ciertos rasgos de conducta en personajes reales o de ficción con los que nos enfrentamos.
Cada día aprendemos nuevas cosas en esta inagotable fuente de conocimiento que es la vida. Es así como nos despegamos de nuestra propia piel para comenzar a asomarnos a otras identidades, tratando de entendernos unos a otros. Habrá quien tenga más dificultad para aceptar que no es el poseedor único de la verdad. Entretanto, quienes conformamos el resto del grupo humano tenemos oportunidad de asomarnos más allá de nuestro entorno personal, para entender otros mundos alrededor nuestro. El objetivo final de todo ello es convivir de manera armónica, hacerlo cada uno desde sus particularidades y diferencias, a través del conocimiento y hacia la prosperidad colectiva. Para bien de todos.